Patricia Gallega

¡Conoce a nuestra mentora Patricia Gallego!

Parte importante del equipo que conforma TARA FOR WOMEN son nuestros MENTORES. Desde el nacimiento de la Fundación, era muy importante para nosotros crear una red de apoyo integral para nuestras emprendedoras. Un apoyo que brindara un soporte 360º que nutriera cada pilar de los emprendimientos de nuestras emprendedoras. Es por ello que para TARA, los Mentores son pilares fundamentales tanto de la Fundación como del apoyo a nuestras mujeres.

Hoy queremos presentaros a una de nuestras mentoras: Patricia Gallego.

Patricia es fundadora y CEO de Shukran Foods y mentora del proyecto RENACE TCA. Queríamos invitar a Patricia a este espacio, porque sabemos que su trayectoria tiene muchísimo valor para cualquier emprendedora.

¿Listas para conocerla?. ¡Os invitamos a leer la entrevista que le hicimos!

¿Cuál dirías que es tu área de expertiste?

Mi expertise consiste en poner proyectos de negocio en marcha. Identifico la idea, es importante detectar que hay un nicho de mercado, una vez lo tenemos, desarrollo el concepto desde cero, busco la financiación y lo pongo a funcionar.

¿Cómo llegaste a ser mentora de Tara?

Me llegó la propuesta a través de una persona que aprecio mucho y me sentí muy halagada. Todo lo que sea ayudar a los jóvenes talentos a desarrollar su carrera y/o hacer crecer su marca, es algo que todos los CEOs y directivos deberían hacer en algún momento de su vida.

Conectar con las nuevas generaciones es un beneficio para ambos, nos ayuda a abrir la mente, nos conecta con su forma de pensar. A su vez, ellos aprenden de nuestra experiencia, nuestros logros y les guiamos para que sigan el mejor camino.

¿Cuál es el error más grande que has cometido y que estarías dispuesta a cometer otra vez para llegar al lugar donde estás?

Personalmente, no me gusta hablar de errores, los errores conllevan negatividad y creo que algunas decisiones que se toman pueden ser mejor que otras. Sin embargo, todas son válidas, porque aprendemos y nos llevan a donde estamos ahora. Echar la vista atrás para lamentarse, me parece una pérdida de tiempo, el pasado es pasado, siempre hay que mirar al futuro y mejor con optimismo.

¿Qué decisión de negocios ha sido la más trascendente en tu carrera y por qué?

Cuando cambié la restauración por la elaboración de hummus. En Shukran teníamos restaurantes y eran rentables, pero descubrí una oportunidad de mercado: el hummus. Un producto que se empezaba a vender en España y que iba a tener un gran recorrido. Decidí poner a funcionar toda la maquinaria y enfocarme en ese nuevo producto que ya ha conquistado el paladar español.

Ahora, estamos orgullosos de decir que somos unos de los principales líderes del mercado y que nuestros productos se venden en más de mil puntos de venta, en Alcampo, Carrefour, El Corte Inglés, Froiz, Grupo Más, Ahorramas, Dia, etc.

¿Cuál es el secreto para liderar correctamente a un equipo?

La transparencia y la confianza. Un CEO necesita siempre de su equipo y para ello hay que cuidarles. El equipo debe estar unido y conocer siempre los pasos que se van a dar en la empresa. De esa forma, el compromiso con la empresa siempre será mayor.

¿Existe algún motivo de lo que debas tenerle miedo profesionalmente?

Los miedos en el mundo empresarial no existen, existen los retos. La adrenalina que corre por tus venas cuando estás buscando financiación, cuando estás a punto de lanzar una novedad, cuando tomas una decisión estratégica. Los CEOs nos enfrentamos a esos retos día a día, pero es nuestro trabajo.

¿Qué habilidad de liderazgo ha sido la más difícil de cultivar?

¡La paciencia!. Me gustaría que todo fuese más ágil, pero contra el entorno y las situaciones que nos rodean es muy complicado. Han sido años duros que me han ayudado a ser más paciente y comprender que no todo se puede controlar. El COVID, Filomena, la guerra de Ucrania, son situaciones que han causado muchos daños personales y materiales, pero de las que hemos salido reforzado porque nos han enseñado la fragilidad del mundo en el que vivimos y la necesidad de mantener la cabeza fría para tomar las mejores decisiones.